lunes, 20 de enero de 2014

Narración de un acto sin titulo

Si ella hubiese sido menos servil a la insidiosa frescura de los paramos
No podría haberla torturado con la inflamación doctrinaria
De los ladrones de panacea del Renacimiento.

Pero surgió en la noche,
Tras un grito desgarrador por el infortunio
De la rosa roja,
Un cuchillo que acaricio el aire y su vientre
Y la nocturnidad beso sus pies
Con el miedo en forma de lágrima negra
Cayendo por el borde de su vestido.


jueves, 16 de enero de 2014

Sueño de la mujer de los cabellos de bronce

La mujer de los cabellos de bronce se despertó de golpe, oscura y solitaria, en medio del mar calmo de la ciudad en ruinas. Se sentó enfrente de la máquina y narro su sueño con voz monótona:


“Un hombre desconocido, con la barba y el cabello rubios repletos de polvo, vistiendo un traje militar prusiano roído y hecho jirones, me contemplaba al atravesar el jardín detrás de una rosa pálida que eyectaba fuego hacia el cielo. Salto enfrente de mí y se posó al lado de la puerta principal de la casa (que ahora era un castillo medieval flotante) y de su boca salieron chirridos inhumanos como ratas masacradas por niños crueles.  Con gran esfuerzo pude decodificar su palabras, pero el soldado ya se había convertido en un enjambre viscoso de aceite putrefacto en el cual anidaban millares de pequeñas arañitas grises. Su mensaje decía: - El simple pensar puro de los hombres se desconceptualiza en la abstracción pura de la mundanidad amatoria. Una singularidad de la experiencia no-viviente carece de sentido si las plantas carnívoras degluten al emperador. Hace días que no duermo…” 

lunes, 13 de enero de 2014

Ahora camino
haciendo equilibrio sobre las espinas
El río, congelado a pesar de mis esfuerzos,
no sirve para secar los parpados
enmohecidos por la sangre de batallas ruines
Ella me ve sangrar y ríe
El cielo no escucha su aullido final