La caída de los aviadores
agilizo el paso a través de tu garganta
de todas las enfermedades del insomnio.
No hay más remedio que el de desollar,
entre el dolor y el hastío,
las tiernas corneas de los arcángeles
que cayeron muertos en un descuido de dios.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario