de los obreros impudicos que labraban la desgracia.
Pero hubo una manifestación de cartones
entreabriendo los pechos de las damicelas limpias
y se agoto la siembra de mil siglos.
una vez que Zarathustra salió del mercado
la muchedumbre lo mató a pedradas.
Pase a visitarte y fue todo un honor el pasar por tu blog.
ResponderEliminartus letras hunden a fondo el sentimiento que expresan..
lujo de lujo es leerteee..!!
Desde Jaén un saludo y feliz fin de semana
Muchas gracias Miguel. Otro saludo desde Moreno, Buenos Aires, Argentina.
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