Un pequeño rechazo
nada más
una pequeña aguja que se quiebra dentro de tus venas
nada más
un hombre que deambula por la montaña con una escopeta
y dispara plomo maldiciendo al aire
nada más
La sonrisa de su histeria retumbo entre las estrellas congeladas
y sonriendo desapareció en la noche
aún aúlla en mis cerebro pero no logro distinguirlo entre tanta interferencia
Nada más
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario